martes, 24 de marzo de 2015

Medicina y Antropología Social de Ackerknecht

Capitulo II. Cultura y medicina entre los cheyenes, los dobu y los tonga.
Los cheyenes son una tribu típica de las llanuras. La guerra es la actividad en que ellos sienten con más fuerza el pulso de la visa, su valor y su belleza. Naturalmente, su <<guerra>> es muy distinta de la nuestra; una guerra entre pequeños grupos –guerras de salón- casi una guerra entre individuos, en la que rara vez implican los bandos y mucho menos la tribu entera. En ocasiones uno manifiesta con más claridad su estilo de vida mediante su estilo de morir.
Una de las grandes dificultades en el estudio del saber indio es el amplio uso de la palabra <<medicina>>, a la que le faltan concepciones claras, y que comprende conceptos como el de felicidad, así como los de magia, costumbre, personalidad, Dios, etc. Eso sería imposible con los cheroquis donde <<la principal necesidad para una religión se encuentra en la existencia de enfermedad y la principal empresa es su erradicación>> La diferencia entre los cheyenes y las otras tribus no parecen basarse en razones objetivas. A juzgar por sus drogas para la tos, dolor de barriga, dismenorrea, dolor de cabeza, hiedra venenosa, no parece que las enfermedades les sean desconocidas Es obvio que los cheyenes tienen un tipo de medicina, sin embargo practican relativamente pocas medidas protectoras.  El tratamiento es a base del típico <<pequeño ceremonial>> cheyene; la cirugía es casi desconocida, pero la capacidad del indio americano para recuperarse de las heridas es extraordinaria y esa parece ser la base de las muchas historias cheyenes de muertos <<milagrosamente>> resucitados.
Los dobu son <<massims>> es decir, melanesios papús orientales, que viven en pequeñas islas volcánicas del grupo de las D’Entrecasteaux, al norte de Nueva Guinea oriental. Su dieta es más bien pobre, siendo su base la batata, si bien practican algo de pesca, matan algún cerdo, tienen algunos árboles de sagú, plataneros, cocoteros y de betel.
Cuando nos preguntamos por la medicina de los dobu apenas hay que decir, como la enfermedad es la principal mágica, como toso pelean entre sí con la magia y los encantamientos productores de enfermedad, como necesariamente entre los dobu el hechicero es también el sanador, no hay hombre-medicina entre ellos ni lugar especial donde administrar la medicina. La enfermedad (y la <<medicina>> están en cualquier parte. La muerte por vejez o por accidente no es aceptada por los dobu. Todo mal, enfermedad o muerte se atribuye a los celos y engendra recriminación.
Los tonga son una tribu de habla bantú, que viven alrededor de Lourenco Marques y que cuentam con unos 750.000 habitantes. El más solemne juramente de los tonga es el que se hace con tierra.

La enfermedad o bien es una de las situaciones misteriosamente peligrosas en la vida de los tonga o es el resultado de una situación tabú. Los tonga han sido objetivo de burlas por dar nombre a unas pocas enfermedades y llamar al resto por el órgano afectado. El diagnostico de obtiene echando los huesos así como las prescripciones de oraciones y sacrificios. No hay encantamientos. El elemento central de la terapéutica tonga es la medicina, una mezcla de drogas y otras sustancias mágica. La medicina se da por Dioses pero su elemento activo parece una especie de fuerza mística, purificadora designada con términos como <<moya>>

Medicina y Antropología Social de Ackerknecht

Capitulo I. Medicina primitiva: Aspectos característicos.
Uno de los aspectos más importantes de la medicina primitiva es las farmacopea (pharmacopoeia) de la mayoría parte de las tribus primitivas. Excepto en unas pocas regiones como el Artico y Melanesia, donde el conocimiento de los fármacos se ha desarrollado muy poco, es de un valor medicinal indudable la asombrosa cantidad de hierbas, cortezas y raíces usadas por os nativos; cantidad que está muy por encima de la probabilidad matemática del muestreo.
Es cierto que todas las sociedades humanas, primitivas o civilizadas, padecen enfermedades. La enfermedad es más vieja que el hombre. Uno de los problemas vitales y básicos con los que se enfrenta cada sociedad. Y toda sociedad humana conocida desarrolla métodos para tratar la enfermedad, y entonces crea una medicina. Pero la actitud hacia la enfermedad y los métodos de luchar contra ella varían enormemente en las distintas tribus primitivas.
Estamos habituados a considerar la enfermedad como un fenómeno puramente biológico y a la medicina como una especia de reacción refleja hacia ella. Uno de los rasgos comunes de la medicina primitiva, que la hace bastante diferente de la nuestra, es el papel social que desempeña la enfermedad y la medicina en la sociedad primitiva. Es obvio que también en nuestra sociedad la enfermedad es un problema social. Nuestra sociedad crea formas organizadas para luchar contra la enfermedad, formar médicos, prevenir epidemias, das alojamientos sanos, etc. Pero esto no es a lo que el autor se refiere. En el último extremo, la enfermedad para nosotros no es un problema moral sino biológico e individual.
La enfermedad, en muchas sociedades primitivas, es la sanción social más importante. La medicina primitiva posee un elemento moral que está casi ausente en la nuestra. <<Ve en paz, paga tus deudas, abstente de adulterio y así te protegerás a ti y a tu familia de enfermedad>>. Es posible, pues tratar la enfermedad calmando a las personas ofendidas. En cierto modo, la enfermedad considerada como una consecuencia directa del comportamiento social personal, tiene más sentido para el hombre primitivo que pueda tenerlo para el paciente de nuestra sociedad.
Se puede afirmar sin riesgo como una característica general más de la medicina preventiva que es primariamente mágico-religiosa, utilizando unos pocos elementos racionales.
Lo irracional no conlleva a la ineficacia y, con todas sus peculiaridades, la medicina primitiva que,  entre paréntesis, en términos de espacio y tiempo cubre mayor campo que el de nuestra medicina científica, parece haber cumplido sus propósitos más o menos satisfactoriamente.


Medicina y Antropología Social de Ackerknecht

Capitulo IV y V.

Los primitivos generalmente le temen muchos a las disecciones por las mismas razones místicas (temor a tener que vivir mutilados en el mundo de los muertos, miedo a la impureza ritual, etc.) que les impide desarrollar cualquier cirugía pese a su gran destreza manual.
La cirugía y sus paradojas
Hablar de <<cirugía primitiva>> es una de esas arbitrariedades hasta cierto punto inevitable si tratamos de analizar fenómenos primitivos para entender mejor nuestros propios procesos culturales y que son justificables en la medida que somos conscientes de su carácter arbitrario.
No hay ningún informe acerca de ninguna tribu que de una manera u otra, no trate las heridas. Hierbas o raíces, a menudo con cualidades astringentes o desinfectantes, se aplican a las heridas en forma de polvos, infusiones o emplastos. En casos menos frecuentes se usan materiales de animales, como insectos pulverizados o estiércol de vaca.
El tratamiento de las fracturas en los pueblos primitivos parece más activo que entre nosotros. Comienzan a dar masajes relativamente pronto. El tratamiento de las fracturas es objetivamente eficaz, esta penetrado de elementos mágicos.
Existen cuatro técnicas para la sangría entre las culturas primitivas: la escarificación, la aplicación de ventosas, la venisección y las sanguijuelas.
Los informes sobre las tribus con más sentido quirúrgico de América, África y Oceanía insisten en la ausencia de amputaciones, estas son más comunes donde la naturaleza ha preparado el procedimiento al congelar los miembros (entre los esquimales y los Chippewa).
La amputación de los dedos por razones rituales en los indios de América del Norte y del Sur es bien conocida. Esta costumbre está todavía más extendida en África y Oceanía. Después de los dedos, los genitales ofrecen un objetivo adecuado al celo religioso.

La cirugía primitiva es muy pobre en logros y en calidad; esta presupone una considerable habilidad manual. Pero muchos primitivos muestran tal habilidad y a pesar de ello, son muy malos cirujanos. 

viernes, 6 de marzo de 2015

Diario de Campo

26 de febrero 2015
 4:26 pm.

San Luis Potosí, SLP

El día de hoy sonó la alarma de mi celular a las 4:30am, desperté con ganas de volver a dormir y entonces me puse de pie, encendí la luz con cuidado de pisar mi extensión que regularmente está cruzando mi habitación estorbando (y que aun así no quito) para no lastimarme el pie; la encendí y enseguida me arrepentí de haberlo hecho y cerré mis ojos por reflejo. Me decidí a continuar con mi tragedia de día así que me puse unas pantuflas y salí del cuarto hacia el baño, me bañe, hacía frío. Cuando termine, regrese a la habitación y colgué las toallas para que se secarán, después cuando había terminado de cambiarme salí de nuevo encendí el pc puse alguna canción, perdida fue la elegida, y luego fui a la cocina, tome un plato y una cuchara, elegí zucaritas, las vacié en el plato y les puse leche, luego me las comí mientras veía alguna tontería en youtube (no recuerdo cual), miré la hora y tenía veinte minutos antes de salir, así que fui, desperté a papá y mientras el se ponía los zapatos, fui a lavarme los dientes al baño. Cuando termine regrese al pc y comencé a guardar mis libros en la mochila, y saqué otros más que no necesitaba este día. Papá me aviso que estaba listo así que apague el pc, tome mi mochila, agua y salí de casa con papá camine un par de cuadras, llegue a la parada del camionsito que me deja cerca de la escuela, espere un par de minutos y exactamente a las 5:38 llegó, me despedí de papá recordándole la hora en que volvía y me subí, le dije “buenos días al conductor” pagué, pasé el torniquete, tomé el mismo asiento de siempre, segundo de la izquierda junto a la ventana… Y así pasan 50 minutos, he pasado por lo mismo de siempre, Periférico, Boulevard, Salvador Nava, Himno Nacional, finalmente tengo que bajarme frente a una pequeña plaza comercial que ahora que me doy cuenta no tengo idea como se llama, me paro de mí no tan cómodo asiento, camino a la parte trasera, toco el timbre, desciendo por las escaleras y cruzo la calle, camino tres cuadras y llego a la peor parte del día ¡Si la peor parte, más que salir hasta las 5 de la tarde clase!, ¡intentar cruzar la lateral del puente!... Aunque ha sido fácil llegue temprano y no había muchos coches, y así estaba a las 6:40 en el salón de clase, esperando a la doctora de fisiología. De ahí no paso mucho, tuvimos tres horas de fisiología y como siempre no entendí ni pio de lo que la doctora nos decía ¿Por qué tiene que volver todo tan complicado?, al terminar la clase, salí al barandal a hacer lo mismo que hago cuando no tengo nada que hacer: mirar a la gente, o a la persona que me gusta, o a la que me cae mal, todo depende de mi estado de humor. Tuvimos clase de microbiología a las 12 y debíamos dar el seminario mi equipo de trabajo y yo, además de alimentarlos con carlota como soborno para intentar que nos prestaran atención; como siempre la exposición fue demasiado buena J. Tuvimos después clase de salud pública con una de mis doctoras favoritas y hemos hablado acerca del riesgo que implica para los profesionales de salud estar en contacto con agentes potencialmente infecciosos. Terminamos las clases a la 1, fuimos a casa de <<anónimo>> como siempre a que nos alimentará, y pasamos ahí cerca de una hora y media haciendo nada, literalmente ¡Nada!, unos minutos antes de las tres volvimos a la escuela para nuestra tan amada y esperada ¡Clase de antropología!, la clase fue sobre cómo elaborar este útil diario de campo… La clase termino a las 5 (y yo no terminé nada de mi diario) tuve que quedarme una hr más en los sillones de la escuela mientras llegaban por mí, en ese rato iba inicialmente a estudiar o terminar trabajos pendientes, pero termine en el chisme con una amiga que se me cruzó, mi hermana me marco a las 6:15 (Señal de que llegó) y bajé corriendo las escaleras con cuidado de no partirme la cara al hacerlo. Subí al coche, y salude a mi sobrina (si, antes que a mi hermana) que había salido de su clase de ballet, me platico que le fue genial y luego entonces, mi hermana condujo a casa, Salvador Nava, Carretera México, y llegamos 20 minutos después a casa, estaciono su coche frente a su casa que queda a un lado de la mía, me bajé y camine en dirección a casa. Salude a mi papá y le pregunté por la comida, cené de forma muy deliciosa ¡Moría de hambre!, como siempre, puse a cargar mi celular, y prendí el pc un rato, me puse en Facebook (si, en lugar de hacer mis tareas, estudiar o hacer algo de provecho). Cuando eran pasadas las 7, me puse a planchar mi uniforme, llené mi bote de agua y desconecte mi celular, apagué el pc, fui con papá, platicamos un rato sobre porque Dios nos ama, le pregunté a mi hermana como le fue el día y emprendí mi camino a la cama, eran pasadas las 8, me aseguré que mi alarma estuviese a las 4:30am y me dormí. 

Capitulo II.

Cultura y medicina entre los cheyenes, los dobu y los tonga

Los cheyenes son una tribu típica de las llanuras. La guerra es la actividad en que ellos sienten con más fuerza el pulso de la visa, su valor y su belleza. Naturalmente, su <<guerra>> es muy distinta de la nuestra; una guerra entre pequeños grupos –guerras de salón- casi una guerra entre individuos, en la que rara vez implican los bandos y mucho menos la tribu entera. En ocasiones uno manifiesta con más claridad su estilo de vida mediante su estilo de morir.
Una de las grandes dificultades en el estudio del saber indio es el amplio uso de la palabra <<medicina>>, a la que le faltan concepciones claras, y que comprende conceptos como el de felicidad, así como los de magia, costumbre, personalidad, Dios, etc. Eso sería imposible con los cheroquis donde <<la principal necesidad para una religión se encuentra en la existencia de enfermedad y la principal empresa es su erradicación>> La diferencia entre los cheyenes y las otras tribus no parecen basarse en razones objetivas. A juzgar por sus drogas para la tos, dolor de barriga, dismenorrea, dolor de cabeza, hiedra venenosa, no parece que las enfermedades les sean desconocidas Es obvio que los cheyenes tienen un tipo de medicina, sin embargo practican relativamente pocas medidas protectoras.  El tratamiento es a base del típico <<pequeño ceremonial>> cheyene; la cirugía es casi desconocida, pero la capacidad del indio americano para recuperarse de las heridas es extraordinaria y esa parece ser la base de las muchas historias cheyenes de muertos <<milagrosamente>> resucitados.
Los dobu son <<massims>> es decir, melanesios papús orientales, que viven en pequeñas islas volcánicas del grupo de las D’Entrecasteaux, al norte de Nueva Guinea oriental. Su dieta es más bien pobre, siendo su base la batata, si bien practican algo de pesca, matan algún cerdo, tienen algunos árboles de sagú, plataneros, cocoteros y de betel.
Cuando nos preguntamos por la medicina de los dobu apenas hay que decir, como la enfermedad es la principal mágica, como toso pelean entre sí con la magia y los encantamientos productores de enfermedad, como necesariamente entre los dobu el hechicero es también el sanador, no hay hombre-medicina entre ellos ni lugar especial donde administrar la medicina. La enfermedad (y la <<medicina>> están en cualquier parte. La muerte por vejez o por accidente no es aceptada por los dobu. Todo mal, enfermedad o muerte se atribuye a los celos y engendra recriminación.
Los tonga son una tribu de habla bantú, que viven alrededor de Lourenco Marques y que cuentam con unos 750.000 habitantes. El más solemne juramente de los tonga es el que se hace con tierra.
La enfermedad o bien es una de las situaciones misteriosamente peligrosas en la vida de los tonga o es el resultado de una situación tabú. Los tonga han sido objetivo de burlas por dar nombre a unas pocas enfermedades y llamar al resto por el órgano afectado. El diagnostico de obtiene echando los huesos así como las prescripciones de oraciones y sacrificios. No hay encantamientos. El elemento central de la terapéutica tonga es la medicina, una mezcla de drogas y otras sustancias mágica. La medicina se da por Dioses pero su elemento activo parece una especie de fuerza mística, purificadora designada con términos como <<moya>>

Capitulo I.

Medicina primitiva: Aspectos característicos.
Uno de los aspectos más importantes de la medicina primitiva es las farmacopea (pharmacopoeia) de la mayoría parte de las tribus primitivas. Excepto en unas pocas regiones como el Artico y Melanesia, donde el conocimiento de los fármacos se ha desarrollado muy poco, es de un valor medicinal indudable la asombrosa cantidad de hierbas, cortezas y raíces usadas por os nativos; cantidad que está muy por encima de la probabilidad matemática del muestreo.
Es cierto que todas las sociedades humanas, primitivas o civilizadas, padecen enfermedades. La enfermedad es más vieja que el hombre. Uno de los problemas vitales y básicos con los que se enfrenta cada sociedad. Y toda sociedad humana conocida desarrolla métodos para tratar la enfermedad, y entonces crea una medicina. Pero la actitud hacia la enfermedad y los métodos de luchar contra ella varían enormemente en las distintas tribus primitivas.
Estamos habituados a considerar la enfermedad como un fenómeno puramente biológico y a la medicina como una especia de reacción refleja hacia ella. Uno de los rasgos comunes de la medicina primitiva, que la hace bastante diferente de la nuestra, es el papel social que desempeña la enfermedad y la medicina en la sociedad primitiva. Es obvio que también en nuestra sociedad la enfermedad es un problema social. Nuestra sociedad crea formas organizadas para luchar contra la enfermedad, formar médicos, prevenir epidemias, das alojamientos sanos, etc. Pero esto no es a lo que el autor se refiere. En el último extremo, la enfermedad para nosotros no es un problema moral sino biológico e individual.
La enfermedad, en muchas sociedades primitivas, es la sanción social más importante. La medicina primitiva posee un elemento moral que está casi ausente en la nuestra. <<Ve en paz, paga tus deudas, abstente de adulterio y así te protegerás a ti y a tu familia de enfermedad>>. Es posible, pues tratar la enfermedad calmando a las personas ofendidas. En cierto modo, la enfermedad considerada como una consecuencia directa del comportamiento social personal, tiene más sentido para el hombre primitivo que pueda tenerlo para el paciente de nuestra sociedad.
Se puede afirmar sin riesgo como una característica general más de la medicina preventiva que es primariamente mágico-religiosa, utilizando unos pocos elementos racionales.
Lo irracional no conlleva a la ineficacia y, con todas sus peculiaridades, la medicina primitiva que,  entre paréntesis, en términos de espacio y tiempo cubre mayor campo que el de nuestra medicina científica, parece haber cumplido sus propósitos más o menos satisfactoriamente. 

Capitulo II.

“Es mejor tener pocos”. Las decisiones de las mujeres nahuas respecto a la planificación familiar. 

A raíz de las políticas que planteaban que la “sobrepoblación” era la causa principal de la pobreza e inestabilidad en el Tercer mundo (Ehrlich, 1968; Mamdani, 1972) y que el control de la natalidad era importante para el “desarrollo” (Pearce, 1995), el gobierno mexicano ha fomentado la planificación familiar desde la década de los sesenta del siglo XX.
El concepto que se tiene normalmente de los pueblos del Tercer Mundo es que tienen demasiados hijos. Esta percepción da forma a las interacciones entre los doctores, las enfermeras y las mujeres que acuden a los centros de salud y hospitales. La opinión médica es que para proteger a las mujeres de su elevada fertilidad de les debe alentar a practicar la planificación familiar y la anticoncepción para llevar una vida más plena, disfrutando de su sexualidad recién encontrada sin la consecuencia de tener hijo.
Cuando las mujeres deciden utilizar un método anticonceptivo, el personal biomédico les informa sobre los distintos métodos y se asegura de que la mujer utilice el método adecuado a su fase de vida y estado de salud. Sin embargo, algunas mujeres no están tan contentas con e uso de los anticonceptivos, opinan que es problemático acudir regularmente al centro de salud para obtener píldoras o inyecciones porque tienen mucho trabajo en casa.
La relación entre hombre, mujer y anticonceptivo se vincula de nuevo con el tema de la elección para las mujeres. A pesar de que algunas de ellas están interesadas en la anticoncepción y preferirían controlar el número de hijos, no pueden tomar una decisión de usar algún anticonceptivo si su esposo no lo permite.
La política del gobierno mexicano supone realizar un proceso de consentimiento informado previo a la anticoncepción o esterilización (Secretaría de salud, 2002). En el caso de la anticoncepción, el consentimiento se da de manera informal y verbal; para la esterilización debe firmar un formato de consentimiento informado.